•Esta carta nos la hizo llegar un seguidor de nuestras redes sociales y la compartimos con todos ustedes.
Cada día, al abrir las redes sociales, me invade un sentimiento de profunda tristeza y desesperanza. Es imposible no conmoverse al ver cómo la violencia cobra vidas de maneraindiscriminada, dejando un vacío en familias, comunidades y corazones. Me duele profundamente saber que la muerte se ha convertido en un tema tan cotidiano, que a veces pareciera que nos hemos acostumbrado a vivir con el miedo. Pero no debería ser así. Ninguna vida debería apagarse por la ambición, el odio o la indiferencia.
Como sociedad, no podemos ignorar lo que está ocurriendo. Este no es el futuro que queremos para nuestras familias, nuestros amigos, ni para nosotros mismos. A las familias, les hago un llamado urgente a que observen con atención a sus hijos, esposos, amigos y conocidos. Pregúntense en qué están involucrados, qué decisiones están tomando y cuáles el impacto que están teniendo en nuestra sociedad. Muchas veces, el daño comienza desde la indiferencia o el silencio.
No podemos permitirnos mirar hacia otro lado mientras quienes amamos se pierden en caminos que solo traen dolor y destrucción. El cambio empieza desde casa, con el amor y la responsabilidad de cuidar a los nuestros. A las autoridades y al gobierno, les decimos que ya estamos cansados.Cansados de la inacción, de las promesas vacías y de la complicidad que alimenta esta espiral de violencia. Sabemos quemuchos están coludidos, ya sea por miedo, ambición o beneficio económico, pero el pueblo nopuede ni debe seguir pagando el precio de sus decisiones. Es hora de que dejen de mirar haciaotro lado y asuman su responsabilidad.
Necesitamos un gobierno valiente, honesto y comprometido con la justicia y la paz. Basta ya de anteponer intereses personales sobre el bienestar de la gente. El cambio también debe empezar desde ustedes. A los grupos delictivos que están sembrando el caos y la violencia, les hago un llamado igualmente urgente. Lo que están haciendo no está bien.
Cada acción violenta que cometen no solo les lleva más cerca de un final trágico, sino que también está destruyendo a las familias, comunidades y seres queridos de aquellos a quienes afectan.
Al involucrarse en estos caminos oscuros, están contribuyendo a una espiral de muerte que nunca termina bien. Viven poco y la única vía que se abre para ustedes es la muerte, la prisión o la destrucción de sus propios seres queridos. Dejen en paz a la sociedad, dejen en paz a sus hijos, a sus padres, a sus hermanos. Cada vez que eligen la violencia, están sembrando más sufrimiento en sus propias familias, que también son víctimas de sus decisiones.
No sigan alimentando esta tragedia, porque lo único que están haciendo es aumentar el dolor y la desesperanza para todos.Y a los jóvenes y adultos que aún están a tiempo de cambiar su camino, les hago un llamado desesperado: No se metan en esos grupos delictivos. No caigan en la tentación de creer que la violencia, el dinero fácil o el poder momentáneo pueden darles algo que verdaderamente valga la pena. Les aseguro que no es así. En esos caminos solo encontrarán más dolor, más sufrimiento y una vida corta y sin esperanza. No vale la pena perderse a ustedes mismos por una falsa ilusión depertenencia o éxito. Hay alternativas, hay formas de salir adelante con dignidad, con trabajo y conamor.
Ustedes son el futuro, y el futuro no se construye a base de destrucción. No dejen que les roben la vida y la paz que merecen. El cambio está en sus manos, y es ahora el momento de elegirel camino que realmente les dé una vida plena y un futuro digno. A todos los que enaltecen la narcocultura, a los que apoyan los narcocorridos y corridos tumbados que glorifican a los grupos delictivos, les hago un llamado urgente: esto no está bien. Estos géneros musicales no son una forma de expresión, sino que alimentan la violencia, la muerte y el sufrimiento.
Al difundir estas canciones, están dando poder a los que destruyen nuestra sociedad. La música debe ser una herramienta de construcción, no de destrucción. Reflexionen.Yo amo Morelos, amo su calidez, la fiesta, la gente, nuestra cultura rica, la comida, el clima, las personas cercanas. Me siento profundamente orgulloso de ser morelense, de ser hecho y derecho de aquí. Pero hay algo que debo dejar claro: A mí no me representa el gobierno, no me representanlos grupos delictivos, no me representan los hechos violentos que estamos viviendo a diario. Este es mi hogar, aquí nací y aquí quiero morir, pero no quiero vivir con miedo, con la angustia de no poder ir a ningún lugar sin pensar que algo malo puede ocurrir.
Quiero disfrutar mi juventud, mi adultez, quiero vivir con bienestar, quiero crecer, prosperar y ayudar a mi pueblo, a mi gente. Ustedes, delincuentes, están haciendo la vida de los morelenses cada vez más difícil. Gente de fuera, que se cree dueña de nuestra ciudad, que roba, extorsiona, mata.
Ustedes nos están destruyendo, acabando con nosotros hasta dejarnos un pueblo fantasma, sin esperanzas. Pero no me rindo, no me dejo vencer. Yo confío en ti, morelense, en tu fuerza, en tu voluntad de no bajar los brazos. Porque sé que podemos salir adelante. Siempre hemos estado agachados, soportando el peso de este caos, pero juro que llegará un momento en que todo estará en paz. Lo único que nosqueda es aguantar, resistir y educarnos más para no permitir que sigan arrastrándonos a la oscuridad.
Esta es una carta desesperada de un morelense que tiene miedo, pero también tiene esperanza y lucha desde el corazón.