•Autoridades llaman a víctimas a denunciar.
Por Andrés Salas
Cuautla, Morelos; 06 de mayo 2025 – La creciente ola de extorsiones mediante el cobro de piso tiene en vilo a la ciudad de Cuautla, donde desde escuelas particulares hasta humildes tiendas de abarrotes se han convertido en blanco de la célula criminal autodenominada «Los Acapulcos». Este grupo, con fuerte presencia en la región oriente del estado de Morelos, ha sembrado el terror entre comerciantes y empresarios, quienes viven con la constante amenaza de represalias si no acceden a sus demandas económicas.
Informes extraoficiales de las autoridades de seguridad en Morelos revelan que «Los Acapulcos», identificados como ex integrantes del violento grupo Guerreros Unidos, han extendido su red de extorsión a diversos sectores productivos de Cuautla. Tortillerías, pilares de la alimentación local, y pequeños negocios de abarrotes, esenciales para el sustento de muchas familias, se suman a la lista de víctimas, generando un clima de angustia e incertidumbre económica. La gravedad de la situación se extiende incluso a instituciones educativas privadas, donde directivos y dueños viven bajo la presión constante de los criminales.
Ante este panorama alarmante, las autoridades de seguridad en el estado han confirmado, de manera no oficial, que se encuentran trabajando en la identificación y captura de los integrantes de esta célula delictiva. Sin embargo, han enfatizado la crucial importancia de la denuncia por parte de las víctimas. «Es fundamental que los ciudadanos que estén sufriendo estas extorsiones acudan a presentar la denuncia formal ante las instancias correspondientes», señaló una fuente cercana a la investigación. «Solo con elementos probatorios sólidos podremos robustecer las carpetas de investigación y llevar a estos criminales ante la justicia».
La célula de «Los Acapulcos» se ha consolidado como uno de los grupos criminales más violentos que operan en la zona oriente de Morelos, centrando sus actividades de extorsión principalmente en los municipios de Cuautla, Ayala y Yautepec. Su pasado como miembros de Guerreros Unidos les otorga un historial de violencia y una estructura que les permite ejercer presión y control sobre la población.
La situación en Cuautla demanda una respuesta contundente y coordinada por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno. La colaboración ciudadana, a través de la denuncia, se erige como una herramienta esencial para desarticular a esta peligrosa célula criminal y devolver la tranquilidad a una comunidad que hoy vive bajo la sombra de la extorsión.